Como todos los días 2 de mayo de cada año, los abulenses honramos la memoria de nuestro santo Patrón, San Segundo, considerado por la piadosa tradición como el fundador de la primera comunidad cristiana de Ávila y el primero de sus obispos allá por el siglo I d.C. Comparte el patronazgo de la ciudad con la Virgen de la Soterraña y Santa Teresa de Jesús.
San Segundo, unos de los Siete Varones Apostólicos, predicó la doctrina cristiana en las tierras abulenses en época romana siguiendo las enseñanzas recibidas del Apóstol Santiago; junto a ellos aparece representado en la ermita que lleva su nombre (anteriormente conocida como ermita de Santa Lucía) y cuya admiración nos sumerge de lleno en esta antiquísima historia eclesiástica, en los albores de la presencia del cristianismo en estas tierras castellanas.
La tradición cuenta, que Segundo, junto con otros seis compañeros (Torcuato, Tesifonte, Eufrasio, Celicio, Indalecio y Hesiquio) fueron los “Varones apostólicos”, discípulos de Santiago y enviados por San Pedro y San Pablo a evangelizar la Península en el siglo I, y a ellos se les atribuye la fundación de las primeras sedes episcopales. Diversas fuentes dicen que a su llegada a la ciudad de Acci (la actual Guadix, en Granada), los siete forasteros no fueron bien recibidos por sus habitantes, que en ese momento celebraban fiesta en honor a sus dioses. En su huida, quedaron acorralados junto a un río, salvando sus vidas milagrosamente debido a la rotura del puente que comunicaba las dos orillas, pereciendo muchos de sus perseguidores.
A raíz de este hecho, se formó un grupo de gente que quedó bajo la protección de San Torcuato (convertido en patrón de Guadix), y el resto, y ya por separado, emprendieron su labor evangelizadora en diferentes lugares de la actual Andalucía. Todos, excepto Segundo, que según las fuentes se dirigió hacia Abula, identificada por muchos con la ciudad de Ávila. Tal como sus compañeros, San Segundo sufrió martirio. Probablemente su nombre quedo en el olvido hasta que, en el año 1519, coincidiendo con unas obras en la iglesia parroquial de San Sebastián y Santa Lucía, se produjo el descubrimiento de un sepulcro con una inscripción que decía “SANCTUS SECUNDUS”, y en su interior se hallaron restos humanos junto a elementos cuyo uso se reserva a los obispos. Dichos restos se identificaron rápidamente con los del santo Segundo, convertido además en el primer obispo de Ávila.
Este descubrimiento dio lugar a la profunda devoción no sólo de los abulenses, sino de multitud de peregrinos que llegaban hasta Ávila para venerar sus reliquias, por lo que se hizo necesaria la construcción del Hospital de Peregrinos.
Por su festividad, la devoción de los abulenses aflora con multitud de muestras de veneración: misas, procesiones con la venerada imagen… pudiendo destacar una seña de identidad común y muy características de esta fiesta que ya se ha convertido en una entrañable costumbre inmemorial: la tradición de introducir el pañuelo en el sepulcro de San Segundo, en su ermita, en la tarde del dos de mayo, y pedir “las tres gracias”, es decir, tres deseos al santo patrón. Pero, es necesario hacerlo según costumbre, ya que el pañuelo debe ser bien asido porque debido a la corriente de aire del interior de la sepultura, es fácil su extravío si no se agarra bien.
Cientos de devotos dan cumplimiento a esta tradición bajo el soberbio sepulcro cincelado en alabastro por Juan de Juni en el siglo XVI y patrocinado por doña María de Mendoza, honrando de este modo la memoria del Santo Patrón abulense que, durante todo el año, recibe a sus devotos en la magnífica capilla dedicada a su culto desde el siglo XVII en el primer templo de la ciudad: la Catedral de Ávila. Aquí residen los restos del Santo patrón, desde que en 1594 fueran trasladados solemnemente. Actualmente reposan en la capilla que el obispo Jerónimo Manrique de Lara encarga en su honor al arquitecto Francisco de Mora, la cual fue concluida en 1615. Años más tarde, hacia 1716, se encargó a José Benito de Churriguera un gran retablo-baldaquino que acogiera una urna con sus restos.
Este lunes 1 de Mayo, San Segundo llegó a la Catedral de Ávila desde su ermita, y hoy, día de su fiesta, estará en el altar para la Eucaristía que presidirá nuestro administrador diocesano Mons. García Burillo. Tras ella, saldrá en procesión, acompañado de los abulenses, para regresar de nuevo a su ermita, junto al río Adaja.