Con la participación de más de un centenar de personas se celebraban este fin de semana en Ávila las Jornadas nacionales de Pastoral del Trabajo. Responsables diocesanos de esta pastoral y militantes de movimientos de trabajadoras y trabajadores cristianos de 30 diócesis, han trabajado durante dos jornadas en un ambiente de reflexión, convivencia, celebración y denuncia.
El obispo responsable de la Pastoral del Trabajo, Abilio Martínez, abría el sábado estas Jornadas, bajo el lema “¡No más muertes en el Trabajo! y esforcémonos en lograrlo”, haciendo un llamamiento a reforzar “la tarea de defender la vida y el trabajo digno”. “No es un tema cualquier, es el tema, porque sin seguridad y sin salud en el trabajo, de poco vale todo lo demás”, ha enfatizado Abilio Martínez.
Ante la lacra de los accidentes y enfermedades laborales, el obispo ha defendido la conveniencia de “repensar este drama social y laboral, también la respuesta que la sociedad está dando y la respuesta que como cristianos en el mundo obrero damos”.
El obispo responsable de Pastoral del Trabajo, ha citado al papa Francisco, que, en enero de este año, había expresado su preocupación por los accidentes laborales: “El año pasado las muertes en el trabajo fueron muchas, demasiadas. No son números, son personas. (…) Desafortunadamente, se considera la seguridad en el lugar de trabajo como un costo, se está partiendo de una suposición incorrecta”.
En una audiencia con los miembros de la Asociación Nacional de Constructores de Edificios, quiso resaltar que “la verdadera riqueza son las personas: sin ellas no hay comunidad de trabajo, no hay empresa, no hay economía. (…) Trabajar con seguridad permite que cada uno exprese lo mejor de sí mismo ganándose el pan de cada día. Cuanto más cuidemos la dignidad del trabajo, más seguros estaremos de que aumentará la calidad y la belleza de las obras creadas.”
Así, “unidos a la preocupación del papa Francisco y como Iglesia, queremos dar a conocer y fomentar el necesario compromiso por erradicar las causas que lo provocan y nuestra solidaridad con las víctimas de los accidentes laborales y las enfermedades profesionales”, ha afirmado Abilio Martínez en la inauguración de las jornadas.
La jornada del sábado sirvió para escuchar a D. Mariano Sanz Lubeiro, secretario de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental de la Confederación Sindical de CCOO, que insistía en situar la prevención de riesgos laborales en el centro (de la recuperación) y a las personas del trabajo en el centro de las políticas, puesto que la salud es un derecho fundamental, también en el trabajo. D. Miguel Cruz Santiago, militante de la HOAC de Córdoba y presidente de la Asociación de Víctimas de Accidentes y Enfermedades Laborales de Andalucía (AVAELA), compartía su larga experiencia de acompañamiento a las víctimas, en el proceso que se vive tras un siniestro y remarcaba cómo la dignidad del trabajo está en el hecho de que es la persona quien lo realiza: este debe ser el criterio fundamental a hora de organizar tanto el trabajo, como toda la vida económica.
Ya el domingo, las Jornadas concluyeron con la celebración de la Eucaristía en la parroquia de San Pedro, presidida por Mons. Abilio Martínez Varea en memoria de las víctimas de accidentes laborales, tras la cual se realizó una concentración en la plaza de Santa Teresa para realizar un gesto público y lectura del comunicado en solidaridad, denuncia y concienciación y así dar visibilidad a este drama humano de la siniestralidad que acontece en el mundo del trabajo. Ataviados con chalecos reflectantes, los concentrados han formado un semicírculo alrededor de símbolos relacionados con la salud laboral, como un botiquín de primeros auxilios, cintas balizamiento, un delantal, un casco y otros componentes de los equipos de protección habituales entre los trabajadores, al tiempo que se iban ofreciendo los datos registrados de los accidentes y enfermedades laborales del país. Es la primera vez que las jornadas generales de Pastoral del Trabajo acogen una concentración pública. La situación alarmante de la siniestralidad laboral en nuestro país, que se cobra vidas, enferma personas y destroza familias demandaba, para los organizadores, una decidida respuesta por parte de la Iglesia, en coherencia con su apuesta por la vida.
Fuente: Noticias Obreras