En este día de Todos los Santos y a las puertas de celebrar el día de los Fieles Difuntos, recordamos el sentido de esta festividad en la que los cristianos estamos invitados a orar por todos los que nos han precedido en el camino de la fe. Una festividad que nos recuerda que es necesario “ser conscientes de que la muerte es parte inevitable de la vida”, como nos indica D. Jorge Zazo, capellán del Cementerio y del Crematorio de Ávila.
A su juicio, las celebraciones importadas de monstruos, fantasmas y ataúdes “están trivializando algo tan serio como la muerte, y realmente dificulta su comprensión total en toda su complejidad. La muerte no es cosa de risa. Nada más hay que fijarse en el dolor de las familias que pierden un hijo, en los mayores que mueren solos, en los enfermos … La muerte es la enemiga del hombre, y Dios es el amigo de la vida”. En este sentido, considera “necesario un aprendizaje fundamental en el acompañamiento de la muerte”. Algo que, indica el capellán, debe hacerse desde pequeños. Y es que cada vez son menos los niños o jóvenes que acuden a los funerales: “respetando siempre la decisión de los padres, llama la atención esta tendencia. No debemos actuar como si la muerte no existiera”.
Y, junto a ello, un mensaje de esperanza, “siempre, por supuesto”, en la vida eterna: un don que proporciona consuelo y reconforta durante el duelo, “que nace únicamente de la experiencia de la fe”.
Eucaristías en la capilla del crematorio
Asimismo, les recordamos que, con motivo de la Solemnidad de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, la capilla del Crematorio acogerá los días 1 y 2 de noviembre dos Misas abiertas a todos los fieles que deseen acudir para rezar por aquellos que nos dejaron. El martes 1 de noviembre, estará presidida por nuestro Administrador Diocesano Mons. García Burillo. Y el miércoles 2 de noviembre, por el capellán del crematorio y del cementerio, D. Jorge Zazo. Ambas celebraciones serán a las 17 horas.
