Un acto “sencillo, humilde, pero que sale del corazón”. Así definía Margarita Robles el homenaje de las Fuerzas Armadas a Santa Teresa de Jesús, patrona del Cuerpo de Intendencia. La Ministra de Defensa presidía así el primer acto público del IV Centenario de su Canonización, que se celebra este 2022.
En el acto, el obispo de Ávila ha recordado que la Santa abulense es también copatrona de España, “y qué necesario es un patronazgo siempre”. “Los santos no es sólo para guardarlos en una vitrina, sino para llevarlos a la vida cotidiana”, explicaba Mons. Gil Tamayo, quien destacaba las virtudes que hicieron de Teresa de Cepeda y Ahumada una gran santa. Unas virtudes que aplicaba también a la labor de las Fuerzas Armadas. “Prudencia en las decisiones, en barajar las circunstancias, en las escalas de mando. La justicia, porque como decía nuestro recordado Don Juan del Río, deben ser siempre guardianes de la paz, de los derechos humanos en todos los escenarios como se desarrollan las misiones españolas. La fortaleza, no sólo hablar del valor como virtud castrense, sino de esa fortaleza que se crece ante las adversidades, necesaria en momentos de crisis cuando todo parece que se derrumba, y aparece esa fuerza también espiritual que les sostiene. Y templanza, porque la virtud de los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas se manifiesta también en sus vidas. No hay alardes de despropósito, de derroches, sino que saben vivir en medio de la adversidad. Yo quisiera que todas estas virtudes se mantivieran vivas en ellos, porque son un claro ejemplo de santidad, y una actualización del mensaje de la Santa”.
Y, recalcando que él no se presentaba a elecciones (“yo soy fijo aquí”), aprovechaba también D. José María para pedirle a la Ministra “que no se olviden de Ávila. Que no miremos sólo al pasado. Ávila no es un parque temático. Es una realidad viva, y usted, señora ministra, la conoce bien. Que esa relación que siempre ha tenido con las Fuerzas Armadas se mantenga, no sólo en un recuerdo en forma de archivo militar, o de la antigua academia de Intendencia, sino una realidad presente y, sobre todo, una realidad futura”.
Por su parte, la Ministra de Defensa recalcaba la misma idea de que Santa Teresa de Jesús “representa todos esos valores que se encarnan en las Fuerzas Armadas. Unas Fuerzas Armadas generosas, calladas, entregadas, humildes, siempre pensando en los ciudadanos”. Girando la mirada hacia la imagen de la Santa abulense, Margarita Robles la reconocía como “un ejemplo para todos. Fue en su momento, pero también lo es en el presente, y será siempre futuro. Una mujer comprometida. Una mujer audaz. Una mujer que cambió la Historia de España., Una mujer que en aquellos tiempos llegó a reformar, a transformar. En Santa Teresa de Jesús nos miramos muchas mujeres, muchos hombres, y se miran también nuestras Fuerzas Armadas. Se mira también Ávila, y cuando lo hace, se mira España entera, porque Ávila es una ciudad profundamente española, que representa lo mejor de España”.
“La Santa de todos, creyentes y no creyentes”, la definía de nuevo la titular de Defensa. “Para los creyentes, representa santidad. Para los no creyentes, representa el compromiso con una sociedad más justa. Un compromiso que manifiestan hoy nuestras Fuerzas Armadas, de seguir trabajando por España, para hacer una sociedad mejor, como quiso ella. Su espiritualidad, para los creyentes, es un impulso para luchar por esta sociedad en la que creemos, en la que creía ella”.
La Ministra deseaba, asimismo, que este IV Centenario de su Canonización represente para todos nosotros “hacer efectivos cada día esos valores de la Santa”. Unos valores transformadores de la sociedad, “que nos lleven a estar cerca de los que más lo necesitan, que es lo que hacen nuestras Fuerzas Armadas. Lo hemos visto ahora de nuevo en la pandemia. En los lugares más duros, más difíciles, están nuestras Fuerzas Armadas. Como estaba ella, en los caminos, dispuesta a transformar”.
