Desde que llegó a la diócesis a finales de 2018, no son pocas las veces que hemos escuchado a Mons. Gil Tamayo hablar del “importante peso” que tiene el ámbito educativo de la Iglesia en la sociedad abulense. Un peso desde el punto de vista evangelizador, que es la razón de ser de las obras de la Iglesia, pero también desde una perspectiva económica y laboral.
Con el objetivo de proteger y potenciar esta firme apuesta de la Iglesia, y dotarle de los instrumentos necesarios que le permitan garantizar su futuro con tranquilidad, la diócesis ha creado la Fundación de iniciativa diocesana “Obispo Santos Moro”, que a partir de este mes de septiembre gestionará los tres colegios diocesanos (Asunción de Nuestra Señora, Pablo VI y Juan XXIII), así como el Colegio Mayor Tomás Luis de Victoria que la diócesis tiene en Salamanca.
“Es una labor que viene de muchos años, una herencia que yo he recibido y tiene la diócesis como gran activo, digno de admiración por el resto de las diócesis españolas por su importancia y peso en la sociedad abulense”, destacaba nuestro obispo en la presentación oficial de la Fundación. “Al ser una institución ya de años, consolidada y muy metida en la conciencia de la gente y en el orgullo de quienes han pasado por sus aulas, todo esto a mí me hacía pensar que había que dotarla de una capacidad jurídica, de un instrumental organizativo y formal para los tiempos que corren y el futuro”.
Como destacaba Pablo Martín Pascual, Vicario para la Educación Católica, la creación de la Fundación obedece a dos preocupaciones de la diócesis: “conservar esta herencia de la apuesta grande e histórica que ha tenido la Iglesia de Ávila en el ámbito educativo, y mirar hacia el futuro, que la Iglesia no perdiera este camino, esta apuesta evangelizadora”.
“No es que la Iglesia quiera desprenderse de un trabajo tan importante como mantener los colegios, sino al contrario: quiere asegurarse de que nadie en el futuro aproveche el trabajo de décadas y vaya por otros derroteros que no sean esos fines evangelizadores que tienen los colegios”, destaca el Vicario. “La atención a las familias, la oferta educativa y, sobre todo, la oferta evangelizadora va a tener una integración y una unidad importante que nos va a ayudar a hacer mejor nuestro trabajo”.
“Cambiar las cosas de un bolsillo a otro”
La Fundación de iniciativa diocesana tiene el nombre de “Obispo Santos Moro”, en homenaje a Don Santos, que fue el obispo que inicia toda esta labor educativa. Se trata de una fundación sin ánimo de lucro, como tienen muchas diócesis. No depende de manera inmediata del obispado como una empresa, pero sí se integra dentro de la diócesis, dependiente del obispo y con todas sus consecuencias. Como explicaba de forma gráfica nuestro Obispo, “lo que hemos hecho, dentro de la misma diócesis, es cambiar las cosas de un bolsillo a otro. Un bolsillo que tenga más agilidad, más capacidad para nuestros colegios. No cambia nada en cuanto a la pertenencia a la diócesis de los colegios, y la responsabilidad última es del obispo como presidente de su patronato, pero tiene una capacidad de movimiento y de actuación como cualquier fundación sin ánimo de lucro que existen en la sociedad: puede adquirir colegios, puede recibir herencias, … Y al mismo tiempo, ya no es la decisión sólo del obispo, sino que es el patronato, donde están representados los colegios con sus directores y un representante de los padres, porque creo que tienen que tener una voz en el ámbito de dirección educativa”.
Tres son los fines de la Fundación:
- La seguridad, la protección legal, administrativa, laboral, educativa.
- La unidad entre los centros. Centros muy grandes, con décadas de historia a sus espaldas, cada uno con su trayectoria, que ahora caminan más unidos que nunca.
- La identidad hacia dentro: que alumnos, familias, profesores, personal no docente, se sientan parte de un mismo y único proyecto, como es la apuesta educativa y evangelizadora de la Iglesia en nuestra tierra y en nuestra sociedad.
Tres colegios diocesanos y un colegio mayor: más de 3000 alumnos
Agrupa los colegios: Diocesano “Asunción de Nuestra Señora”, Diocesano “Pablo VI” y Diocesano “Juan XXIII” (que imparte formación profesional en La Serrada). A ellos se une también otra realidad educativa importante, como es el Colegio Mayor “Tomás Luis de Victoria” (en Salamanca), que nació impulsado por el “Asunción de Nuestra Señora”, y que se ha convertido en el único colegio mayor masculino de Salamanca, con unos 80 universitarios viviendo en él.
Se trata, en total, de más de 3000 alumnos en los centros diocesanos, en una ciudad de menos de 60 mil habitantes. “Es una proporción muy grande y una responsabilidad muy grande”, afirma Martín Pascual.
A su vez, esta Fundación tiene una voz unitaria en el ámbito educativo abulense. Una presencia unificada de defensa de derechos de los padres, y al mismo tiempo una significación social que no tendría si actuaran “atomizados”, cada uno por su cuenta. Se pone así en valor el gran peso dentro del espacio educativo y al mismo tiempo social y económico de Ávila.
Es, por tanto, una apuesta de futuro, a la vez que heredera de una tradición educativa importante de la Iglesia, con identidad cristiana y evangelizadora. “Un camino de esperanza y futuro para el profesorado, para los alumnos, y sobre todo para los padres, que tienen un espacio de participación muy significativo en la organización”, destacaba Mons. Gil Tamayo.
Futura plataforma de todos los centros educativos católicos
Y, para darle continuidad a la apuesta educativa de la Iglesia en Ávila, desde la diócesis se va más allá. La idea es que en el futuro exista una plataforma que integre a todos los centros educativos católicos de la provincia de Ávila, como gran plataforma de presencia importante. Se trata de colegios concertados no diocesanos pero sí gestionados por comunidades religiosas, como el Milagrosa – Las Nieves (de las Hijas de la Caridad), el colegio Santísimo Rosario (de las Madres Dominicas), o el Divina Pastora en Arenas de San Pedro (de las Madres Franciscanas), por poner sólo algunos ejemplos. Se incluiría también en esta plataforma a la Universidad Católica, cuya titularidad es de la diócesis. Es poner en valor ante la sociedad abulense qué es lo que hace la Iglesia, y de manera tan importante, con sus repercusiones sociales, económicas, culturales en la provincia de Ávila
¿Cómo se organiza la Fundación?
La Fundación de iniciativa diocesana “Obispo Santos Moro” es una fundación canónica, vinculada a los acuerdos Iglesia – Estado, que cumple con toda la normativa vigente y legal.
Tiene el reconocimiento en el registro de Entidades Religiosas por parte del Estado (a través del Ministerio de Presidencia, y dentro de él, en la Dirección General para la Relación con las confesiones. Con lo cual es una fundación sin ánimo de lucro a todos los efectos.
Está regida por un Patronato, en el que el presidente es el propio Obispo diocesano. También forman parte de él el Vicario General, el Vicario de Pastoral, el Vicario de Educación, directores de los colegios y representantes de las familias. “Esto asegura una organicidad importante, que nos permite ser ágiles, y a la vez conservar el ADN eclesial de los colegios”, según destaca Pablo Martín Pascual.
Al ser una Fundación tiene una personalidad jurídica propia, y el Obispo ha tenido que ceder la titularidad a la Fundación. Todo ese trámite se ha venido haciendo en los últimos meses, y el 1 de septiembre se aprobó por parte de la Junta de Castilla y León el cambio de titularidad de los colegios. Éstos ya no pertenecen a la diócesis a través del obispo, sino que pertenecen a la diócesis a través de la Fundación.
En este proceso, también ha habido que ceder los edificios y toda la parte material para que la Fundación pueda ejercer sus fines. Por tanto, los edificios de los colegios han sido cedidos por 30 años en usufructo a la Fundación, con el visto bueno de la Santa Sede.
De esta manera, hay una persona jurídica que gestiona con toda libertad la oferta educativa de la diócesis. Y se ha liberado al obispado de una carga administrativa, legal y laboral que no le correspondía.
“Como ha dicho varias veces el Obispo, el obispado era la mayor empresa de Ávila. Esto implica dos cosas: la apuesta de la Iglesia de Ávila por el empleo y por sacar adelante la sociedad abulense, pero también la poca estructura empresarial de Ávila. Esto también va a ayudar a estructurar mejor esta pequeña anomalía social que existía”, ha indicado el Vicario para la Educación Católica.