Adolescentes y aislamiento: cómo gestionar los posibles conflictos en casa

Las semanas anteriores hemos tratado de trasladar a nuestros lectores una serie de recomendaciones generales para sobrellevar la cuarentena de la mejor manera posible.

Tras la prolongación del estado de alarma y del obligado confinamiento de toda la sociedad española, a excepción de los servicios esenciales, son muchas las llamadas que estamos recibiendo sobre cómo apaciguar a nuestros queridos hijos e hijas adolescentes. Y es que por todos es sabido que la adolescencia es un periodo complicado y los conflictos-discusiones forman parte del día a día. Si a esto le sumamos un estado de cuarentena por una crisis sanitaria y un cambio en todo lo que hasta el momento suponía su rutina diaria, el resultado puede ser una auténtica “bomba de relojería”.

Por eso, desde el Centro de Orientación Familiar, esta semana hemos pensado en vosotros (padres y madres) y hemos diseñado algunas pautas para intentar que estos días sean lo más llevaderos posibles:

  1. Mantener la calma: Tendréis que hacer un gran esfuerzo por entenderlos ya que su día a día ha cambiado y sus recursos y habilidades para gestionarlo no son las mismas que los vuestros. La socialización juega un papel fundamental en sus vidas y en este momento, no pueden llevarlo a cabo. Esta situación generará en ellos un aumento de malestar y frustración. Elegir bien las batallas que merecen ser libradas. Tener presentes todas las enseñanzas de la etapa inicial de crianza y que sin duda, os harán tener una gran resistencia. La mejor herramienta para solventar la mayoría de discusiones diarias la conocéis muy bien y se llama paciencia.
  2. Trabajar la empatía: esta situación nos “supera” a todos de una manera u otra. Por lo que antes de entrar en la discusión intentar hacer un ejercicio muy simple, qué harías tú si estuvieras en el lugar de tu hijo. No ahora, no con tus recursos y habilidades, sino en sus mismas circunstancias. Alejado de tu grupo de amigos, de ese “primer amor”, de todo lo que en ese momento considerabas esencial. Por favor, intentemos empatizar con nuestros hijos e hijas. Si conseguimos llevar a cabo esta pauta nos evitaremos muchos malos tragos.
  3. Diálogo: muchas de las familias que se dirigen a nuestro Centro son padres de adolescentes que se ven desbordados y que temen que sus hijos se alejen de ellos y tomen un camino equivocado. Es inevitable ir soltando la cuerda de nuestros hijos, crecen y es irremediable. Pero sin duda la adolescencia es un momento mágico para el dialogo. Muchos descubriréis que detrás de esa carita continuamente enfadada empieza a dibujarse la figura de un adulto con intereses maravillosos y con una gran capacidad de argumentación.

¡Ánimo, sois unos padres y madres espectaculares!

Caridad López, directora del COF de la diócesis de Ávila