Los catequistas conocen los materiales de Acción Católica para infancia

El sábado 25 de enero tuvo lugar un curso para catequistas con la finalidad de presentarles los materiales que ha elaborado la sección de Infancia de Acción Católica para trabajar los catecismos de la Conferencia Episcopal Española: Jesús es el Señor y Testigos del Señor. Asistieron 90 catequistas de casi todos los arciprestazgos de la diócesis y un número significativo de párrocos.

En la primera parte del curso, Eva Fernández Mateo, de la Diócesis de Santiago de Compostela y presidenta de la Acción Católica General, e Inmaculada López González, de la diócesis de Toledo y responsable general de infancia, expusieron los objetivos que pretende la Iniciación cristiana en las etapas de Comunión, postcomunión y Confirmación cómo los catecismos Jesús es el Señor y Testigos del Señor, junto con los materiales de la AC, ayudan a conseguirlos.

UNA AYUDA PARA CRECER COMO CATÓLICOS

Insistieron en que la Acción Católica no tiene ningún carisma propio sino que pretende ayudar a crecer como católicos a los que se inician y acompañarles en este crecimiento durante toda la vida, siendo miembros activos de las parroquias,  implicados en la misión propia de la Iglesia que es la evangelización. En este sentido asumen plenamente la finalidad de la catequesis que es: « poner a la persona no sólo en contacto sino en comunión, en intimidad con Jesucristo ».

El uso del material no implica “hacerse” de la ACG. Ellos lo ofrecen como un servicio a las parroquias y a los catequistas. Y el método en el que se estructura: ver, juzgar y actuar, está enriquecido con todas las tareas propias de la catequesis. En palabras del Directorio general para la Catequesis: «La finalidad de la catequesis se realiza a través de diversas tareas, mutuamente implicadas. Para actualizarlas, la catequesis se inspirará en el modo en que Jesús formaba a sus discípulos: les daba a conocer las diferentes dimensiones del Reino de Dios (« a vosotros se os ha dado a conocer los misterios del Reino de los cielos » [Mt 13,11]), les enseñaba a orar (« cuando oréis, decid: Padre… » [Lc 11,2]), les inculcaba las actitudes evangélicas (« aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón » [Mt 11,29], les iniciaba en la misión (« les envió de dos en dos… » [Lc 10,1]).(Directorio general para la Catequesis, nn. 80.84).

En estas ideas también insistió el Obispo, que estuvo buena parte de la mañana en el encuentro, remarcando que al proponer este curso a toda la diócesis no se pretende que los niños, adolescentes y jóvenes sean todos militantes de la Acción católica, si no cristianos convencidos de su misión en la Iglesia y en el mundo que estén plenamente integrados en sus parroquias.

La segunda parte del encuentro se desarrolló dos grupos, uno en el Eva presentó de manera práctica cómo sería una sesión de catequesis con los materiales que desarrollan Jesús es el Seño, concretamente con el tema 22 sobre el Espíritu santo; y otro en el que Inmaculada hizo lo mismo con el tema 1 de Testigos del Señor, “El Señor es mi luz”. En cada uno de ellos nos ayudaron a “usar bien” tanto los catecismos como estos materiales de tal modo que no se conviertan “en fichas para hacer” o en acciones desconectadas que entretienen pero no inician a la fe.

Con esta sesión se pretendía “alentar un estilo de catequesis y de catequistas abiertos a Ia acción del Espíritu y a la creatividad, libres para hacer y fieles a la fe de Ia Iglesia. Una catequesis de infancia renovada en sus fuentes, impregnada de Ia pedagogía propia de Ia fe y menos determinada por los materiales y Ia pedagogía escolar. Unos catequistas transmisores de Ia fe apostólica y de Ia experiencia de Dios en sus vidas” (Guía básica del Catecismo Jesús es el Señor).

Los catequistas participantes se fueron muy contentos, con la sensación de que realmente estos materiales son útiles y sencillos para desarrollar la catequesis, que facilitan su labor y también la comunión entre parroquias, ya que al ir teniendo todas una misma manera de desarrollar la tarea, cuando los niños tienen que cambiar de parroquia por la razón que sea (algo cada vez más frecuente en Ávila capital, por ejemplo), pueden adaptarse mucho más fácilmente.