Además de la apertura oficial del Año Jubilar que tuvo lugar ayer en Fontiveros, la Basílica de Santa Teresa de Jesús, en Ávila capital, acogió también el inicio de este Año Santo, en un acto marcado por la oración, el sentido de peregrinación y la invitación a vivir este tiempo como un camino de esperanza y renovación espiritual.
La celebración comenzó con una pequeña y breve procesión desde la plaza Corral de las Campanas, donde se encuentra la estatua original de san Juan de la Cruz, hasta la Basílica de Santa Teresa. Fueron varios niños los encargados de portar una pequeña imagen del santo, en un gesto sencillo y significativo que simbolizó la transmisión de la fe y el caminar conjunto del pueblo de Dios. En este recorrido, el cardenal abulense Ricardo Blázquez, cardenal arzobispo emérito de Valladolid, invitó a los fieles a ponerse en camino como auténticos peregrinos.
Ya en el interior de la basílica, el cardenal Blázquez presidió la eucaristía dominical, en la que dirigió unas palabras en un clima cercano y familiar. En ellas, explicó el sentido del Año Jubilar como un tiempo de alegría, de gozo y de gracia, estrechamente unido a la esperanza, eje central del lema elegido para este Jubileo. Un mensaje que, según señaló, conecta de manera muy directa con la realidad y las necesidades espirituales del momento actual.
Durante su intervención, Don Ricardo hizo también referencia a la figura de san Juan de la Cruz, destacando algunas claves de su espiritualidad. Subrayó la importancia de la cruz en su vida y en su nombre, pero presentó al santo, además, como maestro de interioridad y de oración profunda, un hombre que invita a profundizar, a entrar más adentro y a vivir una fe auténtica y enraizada.
Asimismo, animó a que a lo largo de este Año Jubilar se programen catequesis y actividades que ayuden a conocer mejor la figura y el legado espiritual de san Juan de la Cruz, como medio para profundizar en la fe y vivir con mayor hondura este tiempo de gracia.
La apertura del Año Jubilar en la Basílica de Santa Teresa de Jesús se suma así a las celebraciones jubilares en la diócesis, ofreciendo a los fieles un espacio privilegiado para la oración, la peregrinación y el encuentro con Dios. Hoy lunes, será la apertura oficial en el tercer templo jubilar de la diócesis, la iglesia del convento de Madres Carmelitas de Duruelo, la que fuera en su día primera fundación masculina de la reforma emprendida por San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.
