«La conversión no se reduce a formas exteriores o vagos propósitos, sino que implica y transforma toda la existencia a partir del centro de la persona, desde la conciencia». Es la reflexión que comparte con nosotros nuestro obispo Don Jesús en este Miércoles de Ceniza. En su mensaje para la Cuaresma de este 2025, Mons. Rico nos recuerda la importancia de la oración, el ayuno y la limosna como elementos claves de este camino espiritual que acabamos de comenzar.
- «La Cuaresma es tiempo de oración, de una oración más intensa, más prolongada, más asidua, más capaz de hacerse cargo de las necesidades de los hermanos».
- «El ayuno comporta la elección de una vida sobria en su estilo, una vida que no derrocha, una vida que no descarta».
- «La gratuidad debería ser una de las características del cristiano que, consciente de haber recibido todo de Dios gratuitamente, es decir, sin mérito alguno, aprende a donar a los demás gratuitamente».
Asimismo, el obispo de Ávila relaciona este tiempo de Cuaresma que estamos iniciando con el Año Jubilar de la esperanza que celebramos durante todo 2025, «un tiempo para descubrir la misericordia de Dios y vivir la fe como un camino de esperanza, comprometiéndonos con los necesitados». Por último, no se olvida Don Jesús de seguir pidiendo por la salud del Papa Francisco, «en estos momentos críticos por los que está pasando».