Este miércoles, a las 19:30 h, la parroquia de San Antonio nos invita a reflexionar sobre la esclavitud infantil en nuestros días con la presencia de Ehsan Ullah Khan, un pakistaní que puede optar al Nobel de la Paz porque ha liberado a más de un millón de esclavos. Entre ellos, un niño cristiano, Iqbal Masih, al que adoptó como hijo, y al que las mafias mataron con solo 12 años.
Muhammad Ehsan Ullah Khan estudiaba aún periodismo, cuando la historia de un trabajador de 80 años de una fábrica de ladrillos cambiaría su existencia para siempre. Un hombre que sufría el secuestro de sus hijas por no haber pagado parte de una deuda fue el detonante que movilizó a Ehsan. Comienza entonces a brindar asesoramiento, incluso legal, a más y más trabajadores y a movilizarles hasta el punto de hacer llegar la cuestión a la Corte Suprema de Justicia. La cual finalmente reconoce en 1988 el sistema de servidumbre por deudas como ilegal.
Ehsan cuenta que en los primeros años el propósito era el reconocimiento de este tipo de esclavitud. Algo tan simple y complejo al mismo tiempo, pues este sistema de servidumbre está bastante extendido en su cultura. Así que tras conseguir que el Gobierno lo declarara ilegal, Ehsan se vuelca en la explotación infantil.
Funda el Frente de Liberación del Trabajo Forzado (BLLF en sus siglas en inglés), una organización que lleva a cabo campañas de concienciación y combate la esclavitud moderna, la injusticia, el analfabetismo, la desigualdad y la pobreza en el sur de Asia.
Para Ehsan la mejor defensa contra la esclavitud infantil son los propios niños, pues considera que aquellos que reciben una educación y conocen sus derechos acabaran, ellos mismos, por hacerla desaparecer. Por ello empieza a construir una red de colegios por el país.
Y es en este tramo de su largo recorrido, donde se cruza con Iqbal Masih. Se convierte en su tutor legal, le acoge, y juntos continúan diseminando experiencias tan lejanas y tan cercanas para nosotros. Lejanas, porque seguimos callando al Pepito Grillo que aparece cuando encontramos chollos o gangas. Y cercanas, porque son muy altas las probabilidades de que aquello que llevamos puesto o hemos usado en las últimas horas, haya implicado algún tipo de trabajo forzado.
Ehsan ha sido arrestado en más de 12 ocasiones, tiene numerosos opositores y no solamente aquellos interesados en silenciarle. Ha sido torturado hasta el punto de perder audición. Y como si fuera poco, es acusado de alta traición a su país con posible sentencia de pena de muerte, tras escribir un libro que denunciaba el uso de esclavos como conejillos de indias, en laboratorios asociados al Gobierno.
Tras la muerte de Iqbal, Ehsan vive exiliado en Suecia desde el 95, y aunque lo haya perdido todo, su país, su familia, sus amigos, su casa y la red de colegios..dice no arrepentirse y lo único que conserva es la esperanza. Desde Suecia continua su persistente lucha y trabaja para que la voz de aquellos que no pueden hablar, llegue a todos los rincones del mundo.