Llega el mes de abril, y muchos lo estaban esperando, paradójicamente, como agua de mayo, para descargar el borrador de la Declaración de la Renta, pedir cita con un gestor, y poder cumplir así con esa cita ineludible de cada año. Desde el pasado día 3 ha comenzado la campaña de la Renta 2024 correspondiente al ejercicio de 2023. Y por eso, una vez más, queremos incidir en la importancia de esa casilla dedicada a la Iglesia católica. Ese referéndum anual al que se somete la Iglesia y al que nos sometemos las distintas diócesis para que de forma libre y voluntaria muchos de los contribuyentes, con ese pequeño gesto puedan aportar su ayuda a la Iglesia en toda su extensión, en toda su labor, que no es poca.
Por ello, hemos querido hablar con el director del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, en la Conferencia Episcopal, José María Albalad, a quien hemos preguntado por la campaña de este año, que lleva consigo un experimento muy importante que se ha hecho a nivel nacional, que es el viaje de la X: “Un Viaje Por Tantos, que es así como hemos denominado esa especie de experimento en el que hemos llevado en un autobús, durante unos días, a 15 personas seleccionadas, entre más de 200 candidaturas, a conocer cuál es la realidad de la iglesia. Hemos abierto las puertas de seis diócesis concretas, seis proyectos, para que personas que no tienen contacto con la vida de la iglesia y que las únicas noticias que reciben de sacerdotes, de obras diocesanas, parroquiales, etcétera, es solo, normalmente a través de noticias negativas, que pudieran venir a conocernos. Entonces lanzamos ese Viaje Por tantos, recibimos 200 candidaturas (que ciertamente fue una sorpresa muy positiva) y cada una de estas personas tenían que enviar un vídeo motivacional explicando por qué no marcaban la X de la iglesia. Y eso en sí mismo ya aportó mucha información. Desde el que no la marcaba porque piensa que va a penalizarle económicamente y necesita ese dinero para su familia, el que tiene desconfianza en la institución, quien no sabe dónde se destina el dinero. Es decir, una serie de puntos que están ahí sobre la mesa. Entonces, este viaje ha ayudado a que estas personas, 15 en concreto, pudieran conocer lo que la iglesia es, lo que la iglesia hace, a partir de ahí, replantearse si es el caso, de marcar la declaración”.
– ¿Y cuál ha sido el resultado?
– La respuesta ha sido que 11 de los 15 viajeros han cambiado de opinión y un par están ahí pensándoselo.
– Bueno, es un porcentaje alto y esto es una muestra más de que la información, José María, es poder. Y es la clave y la base para que todos comprendamos también la importancia de ese gesto, que no es automático, sino que para esas personas, sobre todo que son nuevos declarantes o que nunca se han planteado hacerlo, que tenían esa desconfianza, como bien dices, tengan las herramientas necesarias a su alcance para saber con total transparencia dónde va a ir destinado ese dinero que libremente marcan de sus impuestos, ese 0,7 de sus impuestos.
– Claro, la X a favor de la Iglesia tiene un impacto real, desde eso no hay ninguna duda, son más de 4 millones de personas ayudadas, se está acompañando en la parte del anuncio del Evangelio, de la celebración con los sacramentos, pero todo el ámbito también es socio-caritativo. Ese impacto real está ahí. Lo que queríamos es que lo vieran los ojos más críticos. La sorpresa de la realidad de este viaje es que muestra que esos ojos más críticos, en más de un 73%, han dicho: “Oye, pues esta gente hace las cosas mejor de lo que yo pensaba, o mejor de lo que me habían trasladado”. Y en esa conclusión dicen: “mira, yo seré ateo y seré agnóstico, pero yo, aunque tenga otras motivaciones distintas, incluso otra conmovisión, pero yo te compro esto que está haciendo la iglesia en todas estas áreas y por tanto yo quiero ayudar a esto marcando la X de la iglesia. Así puedo contribuir a una causa que comparto y que encima no tiene ningún coste para mí porque si no la marco es el Estado el que va a decidir qué hace con esa pequeña parte de mis impuestos”. Por tanto, personas que, insisto, no habían visto un sacerdote en su vida (y menos a un obispo), muchos de ellos no están ni bautizados, otros sí pero no participan en la vida de la iglesia, han comprobado que hay aquí una nueva oportunidad. Y, sobre todo más allá del apoyo en esta campaña de la declaración de la renta, que es esencial, nos ha dejado una mirada muy esperanzadora, porque al final esto también es acercar la realidad de la iglesia, y la iglesia está en todos los ámbitos sociales y todas las realidades que se han visitado han tocado el corazón de los viajeros.
– La experiencia, por tanto, ha resultado altamente satisfactoria
– Sí, yo diría que se ha experimentado un doble viaje: el de las visitas en sí, pero sobre todo el viaje interior que ha experimentado cada viajero. Todos tenemos una dimensión espiritual trascendente, que algunos estarán en un momento o en otro, pero ahí ha tocado, creo, todos los corazones. Cada uno a su manera, del momento vital en el que está, de sus experiencias previas, pero ahí se ha vivido esa doble dimensión del viaje que creo que ha sido muy, muy positivo. Y ahora el reto es que a través de la experiencia de esos 15 viajeros, que son los que lo han experimentado en primera persona, pero millones de contribuyentes, ese 70% que todavía no marca la casilla de la iglesia, pues pueda viajar con estos viajeros. Creo que es algo muy bonito.