La colaboración en materia de protección del patrimonio religioso, y en este caso para el mantenimiento de templos, que desde hace años mantienen la Diputación Provincial y el Obispado de Ávila llegará este año a los municipios de Velayos, Herradón de Pinares y San Vicente de Arévalo, en cuyas iglesias se intervendrá gracias a un convenio que este jueves renovaron el presidente de la Institución provincial, Carlos García, y el Administrador Diocesano, Mons. García Burillo. Cada una de las instituciones firmantes aportará 60.000 euros para materializar este acuerdo.
“Son templos que probablemente no son relevantes desde el punto de vista arquitectónico o patrimonial, pero que sí lo son socialmente”, destacaba el presidente de Diputación, quien hacía referencia a su uso como “centro de reunión, social, cívico y religioso durante muchos años”. Por ello, apostaba por la importancia de este convenio, como una “obligación” de las instituciones de “preservar ese patrimonio”.
En la misma línea, Mons. García Burillo recalcaba la importancia sentimental de estos templos, ligados a “gran parte de la vida” de los vecinos, “donde se han bautizado, se han casado y han despedido a sus seres queridos”. “Las tres localidades elegidas este año por la comisión estarán muy felices de encontrar esta ayuda fruto de la colaboración entre la autoridad civil y la eclesiástica”, apuntaba. Una “ayuda real para las poblaciones rurales, que normalmente son las menos favorecidas”.
Asimismo, el Administrador Diocesano destacó que esta colaboración se enmarca en el acuerdo entre el Estado y la Santa Sede “al servicio de la preservación del patrimonio histórico-artístico de las iglesias”, que es como decir “del bien común”.
Un convenio que lleva vigente más de dos décadas, y que ha contribuido a preservar en torno a un centenar de iglesias y ermitas de la provincia con diferentes intervenciones. Para ello, una comisión mixta de técnicos de ambas instituciones estudia la urgencia de cada intervención, y determina qué templos entran en la firma de cada año.
Y una firma que, como recordaba Don Jesús, se ha convertido en uno de los primeros actos del presidente de Diputación tras su reelección al frente de la institución provincial, y el último de Mons. García Burillo al frente de la diócesis (recordamos que en solo dos días toma posesión el nuevo obispo de Ávila)