Los obispos: sucesores de los Apóstoles

En apenas once días, Ávila tendrá un obispo nuevo, tras la ordenación episcopal de Mons. Jesús Rico. Pero, ¿qué importancia tiene para una diócesis la figura de un obispo?

La iglesia no existe en abstracto, existe en sus realizaciones concretas que son las Iglesias particulares, es decir, las Iglesias en un espacio, en un tiempo, en una cultura. Esa Iglesia particular es la diócesis: “una porción del pueblo de Dios cuyo cuidado pastoral se le encomienda al Obispo con la colaboración del presbiterio. Unida a su Pastor y congregada por él en el Espíritu Santo mediante el Evangelio y la Eucaristía, constituye una Iglesia particular en la que realmente está presente y actúa la única iglesia de Cristo, santa, católica y apostólica” (CD 11).

En cada Diócesis se contiene toda la riqueza que Jesús dio a su Iglesia: el Evangelio que la convoca y libera, la Eucaristía y los demás sacramentos que hacen operante y eficaz la salvación; y el ministerio pastoral del Obispo que preside su construcción, la reúne en el nombre del Señor y la vincula a las demás Iglesias locales en comunión con la Iglesia universal, presidida por el Papa.

La Diócesis de Ávila es una realidad teológica en la que acontece el misterio de la salvación y, por ello, es la Iglesia de Dios en un espacio y en un tiempo. Este carácter local de la Iglesia indica la experiencia comunitaria de la fe en nuestra cultura abulense y en esta etapa concreta de la historia.

Los Apóstoles presiden la Iglesia de Cristo

La Iglesia es el pueblo congregado por el mensaje del Evangelio, que suscita la fe en Cristo. Esta predicación la hicieron los Apóstoles a los que Jesús envió tras su resurrección. Durante su vida pública, habla ido preparando a los Apóstoles para ser el fundamento de su Iglesia.

Después de subir al cielo les envió el Espíritu Santo que les dio el impulso definitivo para la misión que habían de realizar. Con la fuerza del Espíritu, los Apóstoles predicaron el Evangelio y fundaron la Iglesia en las principales ciudades del Imperio Romano. Sus sucesores, los Obispos, han llegado a lo largo de los siglos a plantarla en toda la tierra.

Los obispos son los sucesores de los apóstoles

Cuando los Apóstoles van de una Iglesia a otra, o cuando mueren, dejan como sucesores a unos varones probados Que ocuparan su lugar en la presidencia y servicio de la Iglesia. Estos son los Obispos. Junto al Papa, sucesor del Apóstol san Pedro, y bajo su autoridad, son enviados como pastores para actualizar perennemente la redención de Cristo, Buen Pastor.

La acción del Espíritu Santo se hace presente a través del ministerio apostólico. Gracias a su asistencia y a su impulso, lo que los Apóstoles enseñaron e hicieron se mantiene vivo y eficaz por el ministerio de los Obispos, sus sucesores.