Con el calor propio de la llamada “Andalucía de Ávila” se celebraba este 10 de mayo la fiesta del patrono del clero español. En este año, trasladada hasta Arenas de San Pedro para poner de relieve el IV Centenario de la Beatificación de San Pedro de Alcántara.
Y allí, en el santuario donde se encuentran los restos de este humilde santo franciscano, nuestro obispo D. José María presidía la Eucaristía, concelebrada junto a él por el obispo emérito de Ávila, Mons. García Burillo. Más de un centenar de sacerdotes participaron de este momento de comunión y oración frente al sepulcro de San Pedro de Alcántara, uno de los grandes santos que ha dado esta tierra abulense, y que conforman nuestro ser cristiano, nuestras raíces.
Tras la Misa, el Padre Julio, guardián del santuario, ofreció una muy completa conferencia sobre la espiritualidad y el legado del santo alcantarino, destacando en él su entrega a la oración, su fraternidad y su sencillez de vida.
Pero el momento más emotivo de todos fue, sin duda, el homenaje a los sacerdotes que cumplen sus bodas de plata, oro y diamante como presbíteros. Son los siguientes:
- 25 años como sacerdote: D. Luis Carlos Hernández Herrero
- 50 años como sacerdotes: D. Enrique Planas Coma, D. Enrique Santamaría Gómez y D. Porfirio Grande Ruíz
- 60 años como sacerdote: D. Luis González Grande, D. Anselmo Mediero González, D. Francisco Javier Navarro Gómez, D. Ignacio Sánchez Jiménez, D. Ángel María Vadillo Pérez y P. Valerio Díez de Cima.
Todos ellos recibieron como regalo una insignia con el escudo de la diócesis, así como una pequeña escultura de San Pedro de Alcántara en actitud de predicar.
Una vez entregadas las distinciones, y escuchados a un representante de cada grupo de homenajeados, explicando su gratitud por su ministerio y su vida de entrega y vocación, todos los asistentes disfrutaron de una comida fraterna en el propio santuario.
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