Adaptado el rito de las cenizas por la pandemia

 

Para poder respetar las medidas sanitarias de seguridad y evitar el contagio del COVID-19, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha modificado el rito del Miércoles de Ceniza (que se celebrará el próximo 17 de febrero), adaptándose a este tiempo de pandemia.

Tal como explica la nota difundida por la Congregación, tras bendecir y asperjar las cenizas, el sacerdote dirá una sola vez y en alto para todos los fieles la fórmula del Misal Romano: «Convertíos y creed en el Evangelio», o bien: «Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás». En otras ocasiones, esta fórmula era repetida en cada persona que acudía a que el sacerdote le impusiera la ceniza.

Después, el sacerdote se limpiará y desinfectará adecuadamente las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca, como marcan las normas sanitarias. Posteriormente, impondrá la ceniza a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar. Pero cambia también la forma de imponer la ceniza: ésta no se colocará en la frente, sino que el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada.

La nota fue firmada en la sede de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, hoy martes 12 de enero por el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos desde 2014 y Monseñor Arthur Roche, Arzobispo Secretario.