El Belén, como signo de esperanza

Sin el tradicional acompañamiento de los escolares, debido a la pandemia, esta mañana el obispo de Ávila bendecía el Belén instalado en las dependencias de la Diputación Provincial. Lo hacía, además, señalando la importancia de la representación del nacimiento de Cristo como manifestación de las raíces cristianas de nuestro pueblo, “que impregnan el ADN de los abulenses”.

Para Mons. Gil Tamayo, un Belén o nacimiento traslada la Buena Noticia de la esperanza en medio de la dificultad. “Una buena noticia de la que tanto estamos necesitados en este momento de sufrimiento, con tantos que nos han dejado de manera dura. El Belén debe ser quien nos vacune y nos lleve a la sencillez y a lo esencial, que son los cuidados”. 

“Estas circunstancias han hecho que nos demos cuenta de que no somos omnipotentes. Entonces, ver y recordar al Dios que siendo omnipotente se hace uno de nosotros, nos invita a darnos cuenta de que, estando nosotros unidos, podemos ser más fuertes para poder vender las dificultades”, añadía.

Por eso, D. José María ha aludido al sentido “positivo” del Belén, en medio de tantas noticias dolorosas que compartimos cada día. Y ha querido acordarse de tantas personas como han puesto sobre la mesa la solidaridad y la fraternidad “durante este año tan duro”, con un recuerdo muy especial para los sanitarios, “de batas verdes o blancas que van a pasar la Navidad en el hospital, y a quienes tanto tenemos que agradecer, y cuya entrega hemos podido comprobar estos meses, yo mismo he comprobado”.

“Hay esperanza porque hay personas buenas”, concluía.