Existía en Ávila, en la parroquia del ICM, un ropero que facilitaba abrigo a quienes más lo necesitaban. Dicho ropero dejó de funcionar hace algunos años por distintas cuestiones relativas a la falta de espacio o de tiempo.
Una situación similar ocurrió con el ropero de San Esteban, en la calle Vallespín. Atendido de forma generosa por varias voluntarias que donaban su tiempo para esta causa caritativa, tuvo de que dejar de dar este servicio tan necesario.
Ahora, y tras una planificación más exhaustiva, Ávila cuenta con un nuevo ropero. En esta ocasión, interparroquial, ya que da cobertura a los fieles de las once parroquias de la capital.
Está situado en la calle Cardeñosa, muy cerca del convento de La Encarnación. Pero su funcionamiento es bastante diferente a lo que estábamos acostumbrados. A partir de ahora, quien necesite algo de ropa, debe acudir en primer lugar por su parroquia, donde los miembros de las distintas Cáritas interparroquiales estudiarán su caso.
Lo que se busca así es una atención integral de la persona: paliar esa necesidad básica del vestido, pero sobre todo buscar solución a la causa que ha provocado dicha necesidad. Un procedimiento muy similar al que se utiliza con el Economato de Cáritas, y que tan buen resultado está dando en estos primeros años de vida.
¿Y las donaciones? Desde el ropero nos confirman que se puede donar todo tipo de ropa que esté limpia y en buen estado. Pero principalmente necesitan en estos momentos ropa de bebé, ropa de niños y ropa del hogar (sábanas, edredones toallas y similares).
El horario de recogida de ropa será los lunes de 10 a 12 hs, y los miércoles y jueves de 16:30 a 18:30 horas.