“El trabajo decente es un derecho, no un privilegio”, recuerdan las entidades que integran Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) —Cáritas, Confer , HOAC, Justicia y Paz, Cedis, JEC, JOC y la Pastoral Obrera— con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, que se celebra este martes, 7 de octubre.
La iniciativa denuncia este año que la precariedad laboral sigue afectando gravemente a amplios sectores de la población, especialmente a mujeres, jóvenes y personas migrantes, abocándolos a situaciones de pobreza y exclusión social. Además, lamenta que la Iniciativa Legislativa Popular para la regularización extraordinaria de personas migrantes —aprobada para su tramitación en el Congreso hace más de un año— continúe paralizada, impidiendo que cientos de miles de personas puedan vivir y trabajar con dignidad.
Una Mesa redonda y una vigilia, actos centrales en Ávila
Con motivo de esta jornada, la plataforma abulense de Iglesia por el Trabajo Decente convoca a la comunidad diocesana a participar el 24 de octubre en una vigilia que se celebrará en San Pedro Apóstol a las 18:30 horas, seguida de un gesto público que se celebrará en la plaza del Mercado Grande.
Asimismo, en el marco de esta jornada del trabajo decente, la Pastoral Obrera de la Diócesis de Ávila organiza una mesa redonda titulada “Realidades y retos para el mundo obrero”, que se celebrará el miércoles 8 de octubre, a las 19 horas, en el Auditorio Municipal de San Francisco.
En este encuentro participarán representantes de los principales sindicatos con presencia en la provincia —CCOO, UGT y USO— junto a miembros de la Pastoral Obrera, en un espacio de diálogo que pretende analizar la situación actual del mundo del trabajo y los desafíos que afrontan los trabajadores abulenses.
La cita se enmarca dentro del diálogo social que la Diócesis de Ávila mantiene de forma periódica con las organizaciones sindicales, con el objetivo común de favorecer la justicia social y la dignidad del trabajo.
El trabajo decente, expresión de la dignidad humana
En su manifiesto, Iglesia por el Trabajo Decente recuerda que el empleo digno “expresa la dignidad de toda persona, es libremente elegido, contribuye al desarrollo comunitario, garantiza el respeto sin discriminación, sostiene a las familias y asegura condiciones justas en la jubilación”. Por ello, hace un llamamiento a todos los agentes sociales, políticos y económicos a mantener un diálogo responsable que permita avanzar hacia un modelo laboral más justo y humano.
Coincidiendo con el Año Jubilar de la Esperanza, las entidades de ITD ponen el acento en la situación de las personas migrantes, cuya aportación al crecimiento económico y social de España sigue sin recibir el reconocimiento que merece. Según datos del Banco Central Europeo, en el último lustro los trabajadores migrantes han sido responsables del 80% del crecimiento económico del país, pero su empleo continúa marcado por la temporalidad, la inseguridad y los bajos salarios.