¿Por qué se bendicen rosas por la fiesta de Santa Teresa de Lisieux?

¿Sabes por qué, en la fiesta de Santa Teresita del Niño Jesús que celebramos cada 1 de octubre, se bendicen rosas? Esta práctica, además de hundir sus raíces en una tradición que se ha mantenido viva durante siglos, cuenta con el respaldo de varios Papas a lo largo de la historia.

Santa Teresa de Lisieux es mucho más que una santa popular. Es patrona de las misiones y una de las patronas de Francia, junto con Santa Ana (madre de la Virgen María) y Santa Juana de Arco. Desde 1997, además, ostenta el título de Doctora de la Iglesia, siendo la tercera mujer reconocida con esta distinción, junto a Santa Catalina de Siena y Santa Teresa de Jesús. Este título se concede únicamente a quienes han sabido iluminar con su doctrina y espiritualidad, tanto a través de sus escritos como con el testimonio de su vida.

El carmelita David Jiménez, Rector de la Basílica de Santa Teresa de Jesús en Ávila, recuerda que «Santa Teresita decía que quería pasar su cielo haciendo el bien en la tierra. Y, ya en los últimos días de su vida, aseguró también que haría caer una lluvia de rosas, refiriéndose a todas las gracias que derramaría». Por eso, en numerosas representaciones artísticas, aparece con las manos llenas de rosas, símbolo de esas gracias recibidas por intercesión suya tanto en vida como después de su muerte.

La bendición de las rosas, sin embargo, no se convirtió en una costumbre hasta el pontificado de Pío XI, gran devoto de Teresa incluso antes de ser elegido Papa. Fue bajo su mandato cuando la santa fue canonizada con notable rapidez. Y fue él mismo quien, a través de un decreto de la Congregación de Ritos dirigido al padre general de la Orden del Carmelo, otorgó la facultad de bendecir las rosas que después se distribuían como signo de esas gracias prometidas por la santa, explica el Padre David.

El religioso carmelita señala también que el Papa Francisco era «uno de los más fervientes devotos» de Santa Teresita: «siempre que se encontraba ante una dificultad o una situación delicada, la encomendaba a ella. Y en más de una ocasión, de manera inesperada, alguien le ha regalado una rosa blanca. El Papa Francisco solía decir que, cada vez que le sucedía, lo sentía como un gesto directo de la propia Teresita».

Hoy miércoles, esta entrañable tradición volverá a repetirse durante la Eucaristía de las 20:00 h en la Basílica de Santa Teresa de Jesús, con la bendición de las rosas en honor a la santa.