Este sábado, 5 de diciembre, se celebra el Día Internacional del Voluntariado, una fecha para agradecer, repensar y proponer nuestra actividad en el marco de nuestra Cáritas, en el marco de nuestra Iglesia que camina en Ávila.
Con este motivo, la iglesia de San Pedro Apóstol acoge una Eucaristía a las 12 hs, presidida por el obispo de Ávila, Mons. Gil Tamayo, en acción de gracias por la labor desinteresada y de vital importancia que realizan los voluntarios en la Iglesia abulense.
También habrá, en la tarde de hoy viernes, un acto en redes sociales para toda España, para dar gracias por el trabajo de los voluntarios. Es éste:
El Delegado episcopal para Cáritas diocesana de Ávila, Antonio Luis Nicolás, ha querido dar las gracias a todos los voluntarios de esta institución de la iglesia abulense. En total, Cáritas cuenta en Ávila con 74 voluntarios en los diferentes programas, 20 jóvenes que pertenecen al grupo joven del programa de infancia, juventud y familia y que hacen labores de voluntariado, y alrededor de 50 voluntarios de las 11 Cáritas parroquiales. “Gracias porque os mueve el amor, la fe, la solidaridad, sois don y profecía al reconocer la dignidad de cada ser humano. Con vuestra participación activa hacéis posible que volvamos a creer en la grandeza de lo comunitario posibilitando que nuestros hermanos se sientan personas y no solo individuos. Gracias porque sois puntos de referencia en la búsqueda del bien común, cada uno de vosotros habéis hecho de vuestro voluntariado anuncio, denuncia y propuesta para el hoy que nos ha tocado vivir”.
En una carta dirigida a todos ellos, les invita a repensar juntos “que nuestra acción social se sustenta en la caridad iluminada por la verdad, de ahí que sea tan necesario volver a poner en valor la reflexión y la contemplación como capacidades propias de todos los que formamos nuestra Cáritas, para no caer en la improvisación, la prisa o en un asistencialismo impropio de aquellos que reconocen la sacralidad de las personas y ponen de manifiesto que la fraternidad es lo que más nos identifica como seres humanos”.
En la misiva, Antonio Luis Nicolás insiste en que nunca nos olvidemos de que “cuando Cáritas actúa, es toda la Iglesia la que actúa, que nuestra acción es una tarea encargada, un envío al que nos sentimos invitados dejando a un lado el proselitismo y favoreciendo el encuentro sanador con Cristo, encuentro que nos hace huir de lo que es rentable, de la eficacia o la eficiencia para poner en valor todo lo humano”.
“Os invito a que juntos reflexionemos – continúa la misiva – y concluyamos que la voluntad inmediata, el capricho, el propio interés o el gusto personal no sean criterios de actuación, por el contrario, nuestro criterio es actuar desde la realidad de cada hombre y mujer, pero con los ojos de Dios. Al tomar conciencia de sabernos enviados hemos asumido que no somos protagonistas sino meros portavoces, agentes subsidiarios de una misión”.
Por último, pide a los voluntarios que no caigan en el desaliento, pensando si son capaces o no de lograr su misión. “Las actitudes se cultivan y lo ponéis de manifiesto cada día y en cada circunstancia. Tu presencia en Cáritas es humana y capaz de humanizar”.